¿LECHOSA O PAPAYA?
Yo adoro una fruta,
la busco donde haya,
la llaman papaya
y también lechosa;
es la más sabrosa,
vayas donde vayas.
En la navidad,
cena deliciosa,
dulce de lechosa,
postre principal;
es tradicional
en mi tierra hermosa.
Sueño con decirle
a la amiga Rosa,
una chica hermosa,
que vende vituallas,
si me das papaya,
te compro lechosa.
En otras regiones,
mi mente no falla,
le dicen papaya,
en vez de lechosa;
su nombre es de diosa,
no importa su talla.
A usted que le gusta,
la fruta en sazón,
diga don Ramón,
prefiere guayaba,
o aquella papaya,
que está en el camión.
Si el marido tuyo,
de hambre se desmaya,
dale la papaya,
en rico batido;
y sendos gemidos,
de seguro exhala.
Conozco a un amigo,
bien melindrosito,
que actúa rarito:
si le dan papaya;
te brinca la raya,
pide un pepinito.
Papaya yo quiero,
y a cualquiera hora;
pido sin demora,
aunque sea un poquito,
del rico dulcito
que hace mi señora.
Hay las que son largas
y hay las que son gordas,
mas mi boca aborda
a las maduritas,
son las más riquitas
y fuera de borda.
Me gritaba Rosa,
que sin real no le vaya
para su quincalla;
no seas resbalosa,
no enredes las cosas,
fíame la papaya.
Lechosa te quiero,
no importa el lugar;
pues mi paladar,
ya mucho ha sufrido;
papaya yo pido,
para terminar.
Jesús Núñez León.
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