EL HOMBRE DOMINADO
(Gaita)
CORO:
Viva el hombre dominado,
esta gaita es para él;
porque tiene a una mujer,
que lo mantiene animado;
si dicen que está amarrado,
eso a él le importa poco,
te aseguro que el sofoco
lo pasa el que no es casado.
Cuando empieza a anochecer,
la pierna paso a mi vieja;
porque yo con mi pareja,
siempre bailo acompasado;
mala vida no me ha dado,
si la panocha protesta
o si la tiene indispuesta,
me mudo para otro lado.
Debe el hombre proceder
como mejor le convenga,
asegurarse su tierna,
y hacer lo que haya que hacer;
al cumplir con su deber,
cuando el hombre está casado,
o cuando está arrejuntado,
no se acuesta sin comer.
En cambio anda abandonado,
el que no tiene consorte;
vive sin rumbo y sin norte
porque es soltero frustrado;
mientras que el enamorado
de la dama de sus sueños,
cuando logra ser su dueño
grita: ¡Dios, he coronado!
Jamás andará al garete
y nunca irá por las ramas,
feliz cuando se encarama
sobre la que le compete,
porque sabe que se mete
en su cuevita seguro,
sin andar saltando muros
ni metiéndose a zoquete.
Hurras al encadenado,
para él cero reproches;
cuando despierta de noche,
su presa la tiene al lado;
y consume entusiasmado
los manjares que percibe,
los cuales nunca recibe
el que no está dominado.
Jesús Núñez León