A MANUEL CEDEÑO

Naciste un seis de mayo, en Aragua, en Cardonal,
tu instinto de guerrero, la lucha no lo sacia;
y en Carabobo te convertiste en inmortal,
heredero inmarcesible de la gloria patria.

¡Caramba, qué espaldas tan amplias tiene ese mozo!
Morillo dijo al verle medio cuerpo en desnudez;
y raudamente el centauro respondió, jocoso,
¡sepa usted, que es primera vez que un español las ve!

Vencedor paseaste por los predios de Monagas
y el Orinoco, también tu arrojo conoció;
pero es en el centro donde tu fama se propaga,
¡incontables lides donde tu lanza apareció!

Rindió Bolívar estas palabras al Congreso,
al referirse a tu coraje y a tu empeño:
Este General, más que un soldado, fue un sabueso,
¡no conozco a nadie más valiente que Cedeño!

Reposa en el Panteón tu cuerpo, General,
el mismo Libertador, pidió que así se hiciera;
la nación entera reconoce así el caudal,
inaudito, de proezas y de hazañas que le dieras.

Con tu homónimo, un batallón Bolívar bautizó;
y en Caicara, tu nombre su municipio lleva;
son distintas maneras de honrar lo que alcanzó,
¡uno de los héroes que ha hecho grande a Venezuela!

Jesús Núñez León