AL GOBERNADOR PIÑATE

Germán Eduardo Piñate,
orgullo de sus paisanos;
ni el fiero viento te abate,
¡eres el roble del llano!

En estos tiempos bien duros,
con bloqueos tan estrictos,
el gobierno de Maduro,
tiene tu apoyo irrestricto.

Con tu Elizabeth Gimón,
formaste un dueto invencible;
demostrando que en la acción,
son ustedes infalibles.

Tu hermana, Belkys, merece,
un elogio muy aparte;
su carácter recio ofrece,
en tu gestión un baluarte.

La gobernación de Apure,
en ti encontró su bastión;
el llanero que lo jure,
¡excelente conducción!

Del Trabajo su rescate,
el presidente confía;
con tu estirpe y tu acicate,
no dudo hallarás la vía.

Te esperan otros embates
y dejas de Apure el mando;
¡adiós, Eduardo Piñate,
te despide San Fernando!

Jesús Núñez León

A LA NEGRA HIPÓLITA

Valiente mujer esclava,

que amamantaste a Simón;

aquel niño que acunabas,

cerca de tu corazón.

Te bendigo, Negra Hipólita,

por ese rol que asumiste;

por esa pasión indómita,

que en tu leche transmitiste.

Bolívar, libertador

de la patria, nuestro padre,

halló un manantial de amor,

que sustituyó a su madre.

Ese niño se hizo grande

y a la patria libertó;

le llovieron homenajes,

pero jamás te olvidó.

Hoy estás en el Panteón,

una gloria merecida,

por hacer de tí un bastión,

¡del hombre que nos dio vida!

Jesús Núñez León

AL TENIENTE PEDRO CAMEJO

Desde San Juan de Payara,
te alzaste, Pedro Camejo;
lanza temida y odiada,
por los realistas más fieros.

Fue de los ciento cincuenta,
lanceros de aquellos predios,
que al enemigo lo enfrentan,
en Las Queseras del Medio.

Del Libertador, la orden,
por tal gesto fue acordada;
con Páez siempre al acorde,
a la corona enfrentaba.

De mente ágil y despierta,
orgullo a su raza dio;
y de su muerte, ante las puertas,
nos legó su digno adiós.

En el Panteón Nacional,
reposas, Negro Primero;
patriota íntegro y leal,
¡y el más valiente guerrero!

Jesús Núñez León

AL TENIENTE PEDRO CAMEJO

Desde San Juan de Payara,
te alzaste, Pedro Camejo;
lanza temida y odiada,
por los realistas más fieros.

Fue de los ciento cincuenta,
lanceros de aquellos predios,
que al enemigo lo enfrentan,
en Las Queseras del Medio.

Del Libertador, la orden,
por tal gesto fue acordada;
con Páez siempre al acorde,
a la corona enfrentaba.

De mente ágil y despierta,
orgullo a su raza dio;
y de su muerte, ante las puertas,
nos legó su digno adiós.

En el Panteón Nacional,
reposas, Negro Primero;
patriota íntegro y leal,
¡y el más valiente guerrero!

Jesús Núñez León

A NICOLÁS MADURO MOROS

Mandatario contumaz, digno y consciente,
la escogencia de Hugo Chávez, entre todos;
orgullosos de que seas el presidente,
que ha impedido que nos hundan en el lodo.

En las lides sindicales desenvuelto,
desde joven abrazado al socialismo;
en las artes diplomáticas experto,
desde siempre afianzado en tu idealismo.

Enfrentaste a la conjura tenebrosa,
con tu temple indiscutible de valiente;
y en momentos que la paz se hizo riesgosa,
los derrotaste con la constituyente.

El barco de Venezuela has conducido,
con pericia por un mar harto encrespado;
y nuevamente, el país agradecido,
su conducción te dará, pues la has ganado.

Te mira ahora la inquina aviesamente,
porque esta nave a buen puerto has conducido;
y la patria bendiciendo inmensamente,
al Comandante, por haberte a tí escogido.

Jesús Núñez León

A SIMÓN RODRÍGUEZ

(En el aniversario de su nacimiento)

Leal maestro de Bolívar,

su ductor, más que maestro;

eterno amor por lo nuestro,

en su alma, como almíbar.

Que libertad lograría,

para su patria juró;

en Monte Sacro lo oyó

y su apoyo le daría.

En los tiempos coloniales,

su tutor y confidente;

siendo un adolescente,

sembró en él sus ideales.

Al Libertador nacer,

contaba con catorce años;

supo ganar un escaño,

en el alma de aquel ser.

Educador creativo,

de la libertad amante,

sensato y perseverante,

del saber su gran amigo.

Conquistemos a la América,

por medio de las ideas;

fue una de las panaceas,

siempre presente en su prédica.

De la instrucción popular,

un ferviente abanderado;

siempre los necesitados,

en su norte de formar.

Tendrá quien sepa, el que enseña;

tendrán quien haga, si educan;

son enseñanzas que nunca

perderán vigencia plena.

Al que no sabe, lo engañan;

y al que no tiene, lo compran;

son verdades que hoy asombran,

por la validez que entrañan.

No serán republicanos,

con atraso y exclusión;

la ignorancia y sumisión,

extirparlas de antemano.

Su muerte ocurrió en Perú,

un veintiocho de febrero;

sus seguidores dijeron,

se fue el genio de la luz.

A instruir su afán seduce,

su faro perenne brilla;

y aún hoy nos maravilla,

¡el Robinson de las luces!

Jesús Núñez León

A ENRIQUE MAZA CARVAJAL

Patriota Enrique Maza Carvajal,

digno hijo de Aragua de Maturín;

el destino te sumió en cruel vendaval,

venerando a tu Monagas hasta el fin.

Cerraron los innobles tu universidad

y la Chile de Allende te acogió;

mas tus sueños de vivir en libertad,

la canalla chilena los cegó.

Los llamados corredores industriales,

tu cuerpo sin piedad acribillaron;

y aquellos fascistas criminales,

sobre un cerro de basura lo arrojaron.

Dijo una vez el gran panita Alí,

no están muertos los que mueren por la vida;

tu corazón está sembrado aquí,

en Venezuela tu gente no te olvida.

Valiente combatiente que ahora tienes,

en el altar de la nación un pedestal;

recibe de tu pueblo parabienes,

¡honor y gloria a Enrique Maza Carvajal!

Jesús Núñez León

 EL CHAGUARAMO DE MONAGAS

Al camarada Ernesto Javier Luna,
nuestro joven y tenaz gobernador,
de conocerlo hemos tenido la fortuna,
mano abierta hacia el ser trabajador.

Mucha gente en la entidad lo vio con flema,
se iba la revolución por un abismo;
y con Monagas Potencia, como lema,
la confianza retornó en el socialismo.

Que llegue a su eficiente gabinete,
de este pueblo su reconocimiento;
la salud y los servicios los arietes,
que en la región sembraron sus cimientos.

Avanzar en muchas áreas se ha logrado,
no somos un emporio, es evidente;
pero en contraste con tiempos ya pasados,
nuestro estado muestra un rostro reluciente.

Larga vida a su gobierno le auguramos,
sigues siendo de esta tierra su bastión;
de Monagas, el erecto chaguaramo,
que le brinda vida a la revolución.

Jesús Núñez León

 ODA A MARÍA LEÓN

María de Lourdes León,
diputada a la Asamblea,
Constituyente en acción,
¡Ejemplo donde la vean!

Fuiste la inicial ministra,
de la mujer, ¡gran honor!;
Venezuela, fiel registra,
su historial de pundonor.

Política y abogada,
femina de augusta monta;
de la Uba eres graduada,
donde dejaste tu impronta.

De la parroquia San Juan,
de la Caracas gloriosa;
te enrolastes en las Faln,
¡qué joven más valerosa!

Discurseando una campeona,
lo hace desde el corazón;
siempre serás la leona,
de nuestra revolución.

El orgullo de Hugo Chávez,
eternamente un baluarte;
María León, tú lo sabes,
¡No dejaremos de amarte!

Jesús Núñez León

 AL CORONEL LEONARDO INFANTE

Insigne Coronel Leonardo Infante,
la canalla colombiana en ti vengó,
la inquina que albergaron atorrantes,
en contra de nuestro gran Libertador.

De los campos de Monagas insurgiste,
en el mítico cantón Chaguaramal;
fue allí que por fortuna tú naciste,
de La Avanzadora, es también su lar natal.

A Bolívar, en el Rincón de los Toro,
lo salvaste de ser asesinado;
le quitaste a aquel realista el rucio moro
y a nuestro héroe le diste ese caballo.

Venezuela te agradece, Negro Infante,
tu entrega, tu denuedo, tu valor;
mis aplausos hasta el cielo, delirantes,
¡y orgulloso de ser de tu color!

La patria contigo en deuda está,
mereces de la nación inmenso altar;
los patriotas como tú, nunca, jamás,
¡en el alma de su pueblo morirán!

Jesús Núñez León

 A MANUEL CEDEÑO

Naciste un seis de mayo, en Aragua, en Cardonal,
tu instinto de guerrero, la lucha no lo sacia;
y en Carabobo te convertiste en inmortal,
heredero inmarcesible de la gloria patria.

¡Caramba, qué espaldas tan amplias tiene ese mozo!
Morillo dijo al verle medio cuerpo en desnudez;
y raudamente el centauro respondió, jocoso,
¡sepa usted, que es primera vez que un español las ve!

Vencedor paseaste por los predios de Monagas
y el Orinoco, también tu arrojo conoció;
pero es en el centro donde tu fama se propaga,
¡incontables lides donde tu lanza apareció!

Rindió Bolívar estas palabras al Congreso,
al referirse a tu coraje y a tu empeño:
Este General, más que un soldado, fue un sabueso,
¡no conozco a nadie más valiente que Cedeño!

Reposa en el Panteón tu cuerpo, General,
el mismo Libertador, pidió que así se hiciera;
la nación entera reconoce así el caudal,
inaudito, de proezas y de hazañas que le dieras.

Con tu homónimo, un batallón Bolívar bautizó;
y en Caicara, tu nombre su municipio lleva;
son distintas maneras de honrar lo que alcanzó,
¡uno de los héroes que ha hecho grande a Venezuela!

Jesús Núñez León

 AL GENERAL SIFONTES

Al general Domingo Antonio Sifontes,
que a la gloria forzó acceso, contumaz,
ensanchando del país sus horizontes,
¡leal venezolano por demás!

La nación entera exalta tu corage,
allá en el Cuyuní izaste su bandera,
te queremos rendir justo homenaje,
porque el pueblo tu heroísmo lo venera.

Expulsaste al extranjero de mi suelo,
ser epónimo mereces de un estado;
te enfrentaste al yugo infausto con denuedo,
¡Venezuela tu nombre ha consagrado!

La dignidad del general hoy nos reclama, 

la memoria rescatar de otros patriotas;
que encendieron también la etérea flama
y no han visto de la historia ni una nota.

Hasta el Panteón de la patria has de llegar,
lo merece, general, tú palmarés;
reposo digno del guerrero ejemplar,
¡Que tus restos allí estén, justicia es!

Jesús Núñez León

 A ALFONSINA STORNI

(En el aniversario de su fallecimiento)

El mar se llevó tus penas,

al otro mundo, Alfonsina;

encantadora sirena,

una más de sus ondinas.

Poeta siempre en escena,

profesora de alta estima,

escritora de las buenas,

¡la musa de la Argentina!

Defensora femenina,

que a su género dio voz;

de versos fuiste una mina,

¡bello regalo de Dios!

A la injusticia enfrentaste,

madre soltera ejemplar;

y a tu hijo lo criaste, 

siempre alejado del mal.

Amante del modernismo,

volcaste allí tu razón;

tus letras de un gran lirismo,

declamabas con pasión.

Indecisa con Quiroga,

no le diste el corazón;

y en Mar del Plata, en tu hora,

¡te entregaste a Poseidón!

Jesús Núñez León

AL MAESTRO PRIETO

Maestro Luis Beltrán Prieto,
te rendimos homenaje,
por ese espíritu inquieto,
que dejaste cuál linaje.

Bastión de la educación,
de la Patria un gran baluarte;
con cariño, "El Orejón",
quiso el pueblo bautizarse.

Tu legado es prodigioso,
Venezuela te enaltece;
tu sitio en altar glorioso,
de la nación te mereces.

El país ya te prepara,
un sitial en el Panteón;
pero el docente declara,
llevarte en el corazón.

El magisterio en tu honor,
te ha erigido un monumento:
¡e la instrucción, un señor;
de la enseñanza un portento!

Jesús Núñez León

 A LISBELY VERA

Reina eres de los afrodescendientes,
de allí vienen tu estirpe y tu linaje;
corajuda, esforzada y tan valiente,
¡orgullosa de tu cimarronaje!

Con tesón superaste las barreras
que te impedían llegar a las estrellas;
tu país el corazón ahora te entrega,
¡como homenaje a ti, Lisbely bella!

Venezuela te recibe con amor
y te rinde admiración la patria entera;
con esmero, constancia y pundonor
pusiste bien en alto su bandera.

Otra mujer negra había tocado el cielo,
portadora del estandarte olímpico;
y tu ahora del honor rasgaste el velo,
¡la Yolimar de los juegos paralímpicos!

Jesús Núñez León.

 HOMENAJE A ALÍ PRIMERA

Honrada está la patria con tu verbo,
desde el alma este homenaje que te ofrece;
por haber enaltecido nuestro acervo,
¡eso es lo menos, Alí, que tú mereces!

Relegado por disqueras y por medios,
persistirá tu legado en nuestras mentes;
desde el cielo entonarás tu canto egregio,
para elevar la moral de nuestra gente.

Preclaro hijo de la tierra de Falcón,
la voz del sufrido y del obrero esclavo
Venezuela grabó ya en su corazón
tu canción mansa para un pueblo bravo.

Y como honra a tus techos de cartón,
a su altar el continente te ha llevado;
y por tu inmenso aporte a la revolución,
¡el respeto eterno del proletariado!

Jesús Núñez León.

 ACRÓSTICO

A ANDRÉS ELOY

*A* mante de las letras, el que más,
*N* ácido en Cumaná, la tierra mítica;
*D* e los nuestros, gran poeta, y además
*R* eferente nacional de la política.
*E* ras un dechado de virtudes,
*S* ucumbió tu antorcha, en mala hora.

*E* n tus poemas dejaste sin demora,
*L* indos versos que el alma nos sacude;
*O* rgullosos, porque la nación cantora,
*Y* a a tus letras sentidas siempre acude.

*B* ellos versos que a la madre exaltan,
*L* oas sublimes a los hijos infinitos;
*A* la injusta recluta diste un grito,
*N* ostalgia en las uvas, que el llanto nos quebrantan,
*C* oronaste a los negros angelitos,
*O* rondo entre los vates te levantas.

Jesús Núñez León