domingo, 16 de enero de 2011

¡QUÈ CHIMBO ERES!

¡QUÉ CHIMBO ERES!
  
Conocí a una chica hermosa,
que se llamaba Mercedes;
y al ofrecerle una rosa,
me dijo qué chimbo eres.

Un hombre, en el ascensor,
a una dama el paso cede;
y la dama respondió:
-¡Ay mijo, qué chimbo eres!

Como el metro iba repleto
y se montó una estudiante;
yo, cortés, le di mi asiento:
-¡Qué chimbo- dijo al sentarse.

Fue en el parque de Guatopo
que conocí a Maria Nieves
y al lanzarle yo un piropo,
me dijo “qué chimbo eres”.

CORO:
¡Qué chimbo eres!,
¡qué chimbo eres!;
ante cualquier cortesía
que le ofrece el hombre hoy día,
eso dicen las mujeres.
¡Qué chimbo eres!,
¡qué chimbo eres!;
fue con la liberación,
que cambiaron esos seres;
si les prestas atención
o les confiesas tu amor,
te dirán “qué chimbo eres”.

Anteayer llevé a cenar
a una amiga del trabajo
y, al retirarle la silla,
me miró de arriba abajo.

No entienden qué es atención
las muchachitas de ahora,
por eso de corazón
yo prefiero a las señoras.

Si a una joven enamoras
y le dices que la quieres,
te dirá en forma gruñona:
“más fino, qué chimbo eres”.

La falta de cortesía
se ve más en las pavitas,
es por eso que hoy en día
los chamos buscan viejitas.

Una señora bien vieja,
en la entrada a un restaurant;
al cederle yo la acera,
me dijo “gracias galán”.

            CORO

Casándome y yo, en el limbo,
me olvidé del parlamento;
mi novia gritó “eres chimbo
y todo lo demás es cuento”.

Le respondí, con enojo,
“más chimbísima eres tu”;
y el cura se puso rojo
y allí le dio un patatus.

De rodillas en la cruz,
le dije “ya no me caso,
chimbo como dices tu
pero no me harás payaso”.

            CORO






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